En el Ambito Organizacional se ha producido un cambio sustancial en el enfoque que se da a los conflictos. Anteriormente se los consideraba como algo que debía evitarse y que podía resultar nocivo y destructivo para las Organizaciones, sin embargo, los conflictos se interpretan ahora como un fenómeno normal, inevitable y que inclusive pueden constituir oportunidades, si se los manejan en forma productiva y efectiva.
"Hoy en día se considera que el saber Cómo Manejar Conflictos es una de
las habilidades principales que debe tener un Gerente o Empresario, en
cualquier nivel que trabaje. Por esto conocer los Tipos de Conflictos que
pueden presentarse es crucial".
Podemos
identificar tres tipos de conflictos:
1) Los Intrapersonales, son conflictos que surgen “dentro” de las
personas y son producidos como consecuencia de insatisfacciones y
contradicciones;
2) Los Interpersonales, son conflictos que surgen entre las personas
y son debidos a enfrentamientos de intereses, valores, normas, comunicación
deficiente;
3) Finalmente, los conflictos laborales, u organizacionales, que surgen entre
individuos, grupos, departamentos, etc. por problemas vinculados con el trabajo
y las relaciones que se establecen en este.
En el nuevo enfoque sobre
los Conflictos Organizacionales, estos se clasifican también en:
1) Funcionales, son los que pueden contribuir al funcionamiento y
desarrollo de las Organizaciones si se los manejan adecuadamente.
2) Disfuncionales, son los que crean dificultades, que pueden afectar los
resultados y la propia supervivencia de la Organización.
Podemos decir que ambos
extremos, la ausencia de conflictos y la fuerte presencia de estos son factores
disfuncionales.
La ausencia de conflictos
puede generar el estatismo o inmovilidad de las Organizaciones, pues como no
existen confrontación ni disparidad de criterios la generación de alternativas
está limitada, así como la identificación de nuevas formas de hacer las cosas.
La complacencia con “lo que hacemos” propicia la disminución de la eficiencia y
de la competitividad.
Por otro lado la presencia
excesiva de conflictos produce una dispersión de esfuerzos, la confrontación
prevalece sobre la colaboración y la cooperación que, en algunas actividades,
resulta fundamental para la obtención de resultados, especialmente en los
procesos de Negociación.
Cristina Sánchez...
“Lo importante
no es saber cómo evitar o suprimir el conflicto, porque esto suele tener
consecuencias dañinas y paralizadoras. Más bien, el propósito debe ser
encontrar la forma de crear las condiciones que alienten una confrontación
constructiva y vivificante del conflicto” – Folberg.
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